El COVID-19 continúa transformando radicalmente el escenario global. En respuesta a esta situación de crisis, los operadores móviles están trabajando con distintos sectores de todo el mundo -incluidos gobiernos, organizaciones internacionales, ONGs y académicos- para garantizar que los dispositivos móviles puedan hacer su contribución en la lucha contra esta pandemia. Mientras muchas iniciativas se centran en asegurar la conectividad, manteniendo a las personas en contacto con sus amigos, seres queridos, lugares de trabajo y fuentes críticas de información sobre salud y emergencias, algunas buscan aprovechar el big data móvil y la inteligencia artificial (IA) para asistir a las autoridades sanitarias.
En Argentina, por ejemplo, Movistar Argentina hizo un acuerdo de trabajo con la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) para elaborar un índice de movilidad ciudadana (IMC) que permita medir diariamente el nivel de movilidad aproximado de habitantes del país y su relación con la propagación del COVID-19. A partir de la información agregada y anonimizada de la red del operador, un equipo académico interdisciplinario elaborará índices científicos que permitirán no solo identificar la propagación del coronavirus en territorio nacional sino también establecer, a partir de variables matemáticas, un modelo predictivo que facilite la toma de decisiones para la ejecución de políticas públicas.
Fuera de América Latina, en Noruega, Telenor, proporciona datos de movilidad agregados y anonimizados a las autoridades de salud para ayudar a comprender si acciones como el cierre de escuelas, el teletrabajo y la prohibición de viajes internos pueden reducir la propagación de infecciones. Vodafone ha puesto a disposición de varios gobiernos europeos mapas de calor que muestran cómo los movimientos de población han cambiado antes y después de la implementación de medidas de contención. También trabajó con la Universidad de Southampton para crear un tablero que permita a los gobiernos modelar cómo podría propagarse el COVID-19 en diferentes escenarios. En Alemania, Deutsche Telekom ha proporcionado datos anonimizados agregados al Instituto Robert Koch (RKI, por sus siglas en inglés) para ayudarlo a hacer predicciones estadísticas sobre la propagación de la pandemia.
Si bien la aplicación de big data móvil e inteligencia artificial a una emergencia epidemiológica puede ser beneficiosa, también requiere una profunda conciencia de los riesgos éticos y de privacidad inherentes a la recopilación y el procesamiento de datos. Estos riesgos pueden verse intensificados debido a la naturaleza sensible de los datos de salud y la vulnerabilidad de la población infectada.
La GSMA reconoce que algunas circunstancias pueden dar lugar a preguntas sobre priorizar la protección de los derechos individuales frente a la preservación de la salud de la población en general. Sin embargo, incluso en tales ocasiones, es importante respetar y proteger los derechos de privacidad. Los Principios de Privacidad Móvil de la GSMA deben continuar aplicándose frente a los desafíos epidemiológicos. Estos principios reafirman que los usuarios deben ser notificados sobre cuándo y por qué se procesan sus datos, y también deben poder tomar decisiones significativas sobre sus datos. Respondiendo específicamente a la crisis actual, la GSMA publicó recientemente nuevas Pautas de Privacidad ante el COVID-19 para ayudar a los operadores y otros actores del ecosistema móvil a mitigar los riesgos de privacidad. Estas pautas incluyen recomendaciones sobre cómo la industria móvil puede mantener la confianza de los consumidores mientras da respuesta a los gobiernos y agencias que han solicitado ayuda para enfrentar al COVID-19.
Desde ya, las leyes y regulaciones relevantes también deben ser consideradas cuando sea pertinente. Cabe destacar que el compartir observaciones o datos agregados no identificables generalmente queda fuera del alcance de las leyes generales de protección de datos en la medida en que estos sean verdaderamente anónimos.
Como señalan las Pautas de Privacidad ante el COVID-19 de la GSMA, en algunos casos excepcionales los gobiernos podrían solicitar datos sobre individuos específicos, por ejemplo, para identificar a las personas que pudieron haber estado en contacto con casos confirmados, o para informar a las personas si han ingresado en un área afectada. Estos datos solo deberían compartirse de acuerdo a la existencia de una base establecida legalmente para dicho procesamiento, como actuar en función de los intereses vitales del individuo en una emergencia, o de conformidad con una ley específica que requiere el intercambio de datos. Sin embargo, una ley específica de este tipo solo debería ser necesaria por motivos de seguridad pública y en coherencia con las normas de privacidad internacionalmente reconocidas, los derechos humanos y otras leyes aplicables.
Para ayudar a aclarar los requisitos, varias autoridades de protección de datos de todo el mundo han emitido guías sobre cómo las organizaciones pueden proteger la privacidad de las personas, abordando al mismo tiempo los excepcionales desafíos que presenta la pandemia. La GSMA considera que proteger la privacidad de los usuarios y desarrollar herramientas tecnológicas innovadoras en respuesta al COVID-19 no son objetivos mutuamente excluyentes, y que el uso responsable de los datos de los operadores móviles puede beneficiar a la sociedad, ahora y en el futuro.
Juntos, la GSMA y sus miembros seguirán trabajando para conectar todo y a todos a un mejor futuro, velando por el respeto de los derechos y valores que a todos nos importan.