Este informe se desprende de un estudio más amplio realizado por la GSMA en 2019 para evaluar el impacto de las políticas de espectro en 64 países.
Según el estudio, en 2010, el costo anual del espectro en Ecuador representaba el 10% de los ingresos recurrentes de los operadores. En 2019, esa proporción se incrementó al 16%, posicionándolo como el espectro más caro de América Latina, más de 3 veces por encima de la media regional (5%).
Los altos precios causaron que Ecuador se retrase un año en alcanzar una cobertura 4G del 80%, en comparación con el promedio regional. Además, con costos en la media regional, los consumidores hubiesen podido contar con velocidades de descarga 40% más rápidas.