En abril, el Consejo del Gabinete de Panamá aprobó la asignación de espectro adicional en AWS (1710-2170 MHz), una banda clave para el 4G en gran parte de América Latina. El órgano autorizó también a la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP) a ajustar la metodología de valorización del espectro. Como resultado, se pondrán a disposición del mercado móvil 120 MHz de espectro a un tercio del precio fijado en subastas anteriores. Con esta decisión, el gobierno da un paso en la dirección correcta para expandir y mejorar los servicios móviles para todos los panameños.
En primer lugar, la reducción del precio del espectro en más del 60% revela una acertada percepción del rol estratégico de este recurso: como instrumento para cerrar la brecha digital y apalancar la recuperación económica. Esto traerá ingresos adicionales vía impuestos y aumento de la productividad. En los últimos años, con la pandemia, los gobiernos comprobaron que pueden contar con las telecomunicaciones como un aliado estratégico para impulsar la economía y el bienestar social de sus naciones. En este contexto, más que nunca, el espectro –recurso limitado y fundamental de los servicios móviles– no puede concebirse como un instrumento de recaudación. Debe ser visto como una herramienta de inclusión y desarrollo. La propia ASEP fue una de las primeras en materializar esta visión durante la pandemia, al otorgar sin costo licencias temporales de espectro a los operadores móviles para añadir capacidad a la red.
Existe evidencia concreta de que los altos precios de espectro tienen un impacto negativo en la velocidad del despliegue de redes, la calidad de los servicios y la asequibilidad, factores fundamentales para lograr la inclusión digital. En cambio, aquellas asignaciones de espectro que buscan aumentar los beneficios socioeconómicos por sobre la recaudación a largo plazo conducen a mayores beneficios que los ingresos por pagos por licencias.
En segundo lugar, la adición de 120 MHz en la banda AWS es importante para ayudar a revertir la actual escasez de espectro asignado en Panamá. En línea con una tendencia de la sub-región de Centroamérica, el país está muy lejos de los 1300 MHz de espectro para servicios móviles indicados por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), con unos 240 MHz asignados. El espectro no tiene un valor intrínseco: si no se utiliza, no genera riqueza, se pierde y desaprovecha. El nuevo espectro disponible, a precios compatibles con el impulso a la conectividad, permitirá aumentar la cobertura y conectar a los no conectados.
El acceso de los operadores al espectro correcto, en el momento adecuado y a precios y condiciones razonables, es fundamental para expandir y mejorar los servicios de banda ancha móvil, así como para materializar las capacidades del 5G. La decisión de Panamá puede iluminar el camino para los países de la región que se encuentran revisando sus políticas de precios como Colombia o Ecuador. Una visión estratégica del espectro requiere políticas a largo plazo, en diálogo con la industria, y con el bienestar de la sociedad como norte y prioridad.
Recursos relacionados:
- El impacto de las políticas de asignación de espectro en el bienestar del consumidor [The impact of spectrum assignment policies on consumer welfare]., Bahia, K. y Castells, P., 2021.
- Precios del espectro. Posición de Política Pública de la GSMA [Spectrum Pricing GSMA Public Policy Position], GSMA, 2021.
- El impacto de los precios de espectro en los consumidores [The impact of spectrum prices on consumers], GSMA, 2019.