Regular estándares mínimos de calidad del servicio puede contener una paradoja pues no significa necesariamente mejorar el bienestar de los usuarios. ¿En qué consiste esta paradoja? La apariencia lógica de la afirmación que se puede mejorar la calidad regulándola entra en contradicción con la consecuencia real que tiene dicha regulación. Esto por dos razones: (1) la regulación de la calidad puede llevar a una menor cobertura e inversión perjudicando a los consumidores de menores recursos y (2) puede derivar en un nivel de calidad que no satisface las preferencias reales de los consumidores, afectando su bienestar.