Esta semana, ENACOM dio a conocer el pliego de la licitación de espectro para 5G. En un comunicado conjunto, los 3 principales operadores del país afirmaron que las condiciones fijadas plantean obstáculos complejos que comprometen la viabilidad de la subasta y pidieron su revisión. Para la GSMA, el diseño propuesto va en sentido contrario a las mejores prácticas internacionales en asignación del espectro y pone en riesgo el futuro del 5G en el país.
El espectro no tiene valor intrínseco. Las inversiones de los operadores lo convierten en un bien valioso: la conectividad. Por eso, el precio adecuado es el que se ajusta a la realidad del mercado y los objetivos de política pública. El precio fijado en Argentina es muy alto con relación a la situación económica del país y los ingresos de la industria. Esta valoración no toma en consideración al espectro como herramienta de inclusión y desarrollo. A nivel regional e internacional, cada vez más países optan por concebir así al espectro, con grandes resultados. En 2021, Brasil realizó una subasta no recaudatoria y hoy tiene servicios 5G de alta velocidad y más del 45% de población cubierta.
La reserva de espectro gratuito para ARSAT compromete la disponibilidad a futuro del recurso. Esto se añade a una situación existente de escasez artificial. Argentina tiene 210 MHz de espectro disponible para asignar. El espectro no utilizado es una oportunidad perdida de conectar a más usuarios con más velocidad.
El 5G es un activo estratégico para incrementar la productividad de los países. Puede generar a la Argentina una contribución económica de USD 8.000 millones (1,1% del PIB) para 2030. Una subasta que priorice la inversión en redes es el primer paso para una exitosa implementación de 5G en el país. La GSMA se pone a disposición de las autoridades argentinas para compartir su experiencia internacional frente a procesos similares.
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