Ecuador: La suspensión de las renovaciones de espectro pone en riesgo inversiones clave para el futuro del país

En mayo, la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (ARCOTEL) suspendió por 120 días las mesas de negociación entre el gobierno y los operadores móviles para la renovación de contratos de espectro. El proceso había iniciado hace aproximadamente dos (2) años.

Para la GSMA, la interrupción de este proceso, por causas no imputables a las operadoras, tan cerca del fin de las concesiones (agosto y noviembre de este mismo año) y sin haber optado por los mecanismos jurídicos que permiten la continuidad de la negociación dentro de un plazo extendido, es causa de incertidumbre e inestabilidad para el sector. La medida pone en riesgo la seguridad jurídica y la previsibilidad necesarias para garantizar la continuidad de las inversiones intensivas que requiere el mercado ecuatoriano de las telecomunicaciones.

La renovación de las licencias de espectro es una instancia tanto o más relevante que una primera asignación, ya que abre interrogantes respecto de la continuidad de los servicios existentes. El diálogo público-privado sostenido es imprescindible para mitigar la falta de certezas e impedir efectos negativos para los usuarios y el propio desarrollo económico del país en plena era digital.

Por su alcance y coyuntura, en las puertas de una ola de transformación digital impulsada por el 5G, la renovación en suspenso es uno de los hitos más importantes de la cartera nacional de telecomunicaciones en los últimos años. La GSMA se pone a disposición de las autoridades para contribuir a reactivar las negociaciones y alcanzar una resolución oportuna y ajustada a la realidad del mercado. La certidumbre jurídica y la previsibilidad son esenciales para promover la conectividad, la innovación y la inclusión digital en Ecuador.