El costo del espectro en América Latina aumentó un 40% en los últimos 12 años

El incremento triplicó la incidencia sobre los ingresos de la industria, que se redujeron en alrededor del 50% en el mismo período.

La GSMA, la asociación global de la industria móvil, publicó hoy “La gestión del espectro en América Latina. Impactos sobre el desarrollo económico y social”. A partir del análisis de más de 2.300 instancias de asignación en 112 países entre 2010 y 2022, el reporte revela el estado de la asignación de espectro en la región: caro y en cantidades por debajo de las referencias internacionales. Esta situación, que no se explica por factores de mercado sino por decisiones de política pública, impacta en la cobertura y calidad de los servicios.

En el período analizado, el costo total del espectro ―es decir, la suma de los precios de asignación más las tasas anuales― aumentó en un 40% en la región. Esto triplicó su incidencia sobre los ingresos recurrentes de la industria, que se redujeron en alrededor del 50% en términos corrientes en el mismo lapso. El costo total ajustado por ingresos del sector y cantidad de MHz asignados duplica con creces los valores de la Unión Europea y los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En espectro 5G, de replicarse la tendencia observada en algunos países de la región, el costo total podría aumentar alrededor de un 15% en los próximos cinco años.

La principal razón de este desfasaje es el diseño de las políticas públicas. Muchos gobiernos de la región optan por maximizar la recaudación fiscal en vez de priorizar objetivos de inclusión y desarrollo digital. Decisiones como precios de reserva elevados, tasas anuales altas y la limitación artificial de la cantidad de espectro disponible incrementan el precio por encima del valor real del mercado. En México, por ejemplo, los derechos anuales representan el 85% del costo total del recurso. Esta situación disminuye el capital de los operadores para invertir en el despliegue de nuevas redes y la mejora de los servicios. Por el contrario, ejemplos como la subasta 5G de Brasil demuestran los efectos positivos de una visión no recaudatoria: a poco más de un año, la cobertura poblacional ya supera el 46%.

La cantidad de espectro disponible también tiene efectos sobre la expansión de la cobertura y la calidad de la experiencia del usuario final. En relación con los bloques de referencia internacional mencionados, América Latina está por debajo del nivel de asignación en un 30% en bandas bajas y 50% en bandas medias. Esta realidad implica que el despliegue de redes en la región es más complejo y costoso, ya que al disponer de menos espectro se requiere instalar más estaciones base. Argentina y Ecuador son ejemplos de escasez artificial de espectro, con disponibilidad inmediata de 210 y 350 MHz, respectivamente. De ser puestos a disposición del mercado, permitirían acelerar el despliegue de la cobertura móvil.

Para la GSMA, las próximas asignaciones de espectro 5G y las renovaciones de las licencias que vencen entre 2023 y 2025 presentan la oportunidad de implementar políticas que incentiven la inversión y garanticen un uso eficiente de este recurso limitado. La transformación digital de los países de la región depende de capitalizar esta oportunidad.

El reporte “La gestión del espectro en América Latina. Impactos sobre el desarrollo económico y social”, con datos desagregados por país, está disponible para descargar en español e inglés aquí.

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Florencia Bianco
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